Ya no más

Quiero ver en ti acciones y 
no solo palabras que se las lleva el viento,
porque así no quedará nada y todo
se esfumará como humo.

No quiero que andes como levadura
para poder esponjar,
porque yo seré aguja
para desinflamar.

En ti ya no creeré jamás,
y algún día te acordarás
de mí, y cuando recurras a mi
yo te cerraré la puerta,
para no dejarte pasar.

Fueron muchas veces
que accedí, y estuve ahí, de
tonta caí.

No habrá otra alternativa,
de dejarte de hablar.

Mi orgullo me enloqueció,
pero doy gracias por tener este ego
que me fortaleció.

-Karen Carolina Luna Montaño

Experimentar, experimentar y experimentar.
¡Va pamplinas! 

Edad, madurez, madurez y edad.
¡Qué cosa!

Pensar, razonar,  pensar y razonar.
A veces ¡Qué cosa! 

¿Para qué siempre experimentar?
¿Por qué siempre la edad en la madurez?
¿Por qué siempre se debe de pensar y razonar?

No siempre se ocupa de experimentar para poder
aprender o saber.

No precisamente se tiene que tener una edad fija para tener madurez.
ESO ES EN BASE A EXPERIENCIAS.

No necesariamente se ocupa de pensar y razonar para poder hacer 
bien las cosas  o para estar en paz.

Hay muchas cosas en la vida que se pueden omitir y uno poder estar feliz. 

  -Karen Luna

El portal (parte ll)

Y me dice:

-Si se hablar niña. Y no te tuve miedo, simplemente quise poner mi cara de serio y dar unos pasos hacia atrás.

Entonces interrumpí

-Si como no, percibí en tu mirada una manifestación de miedo.

-¡Para nada! Solo como te dije, que quería dar unos pasos atrás y quise poner mi cara de serio. Pero ya no nos centremos tanto en esto. Aparte tienes algo por aquí que es mío.

-¿Qué cosa tienes aquí en mi cuarto duendecito?

- Es un objeto circular y brillante. Ah y para tu información me llamo Kalumo.

Pensativo estaba Kamulo que no dejaba de merodear en mi cuarto. Y entre susurro y susurro se preguntaba:

-¿Dónde estará? ¿Dónde quedó botado? ¿Cómo llegó hasta aquí? Mmm mugrosa memoria que tengo.

Mientras Kamulo seguía dando vueltas como loco le pregunté:

-¿De qué parte vienes?

Y me responde:

-De una parte muy lejana dónde todo es más bonito que tú niña entrometida.

- Solamente quería preguntar, aparte para tu conocimiento me llamo Florentina. Pero no entiendo ¿Cómo entraste a mi cuarto? Si en mi cuarto nada más tengo una sola entrada que ¡Claro! Es mi puerta.

-Florentina que chistoso nombre. Pues escucha debajo de tu cama hay una puertita y a través de esa puertita entré. Pero como tú estás muy gigantona no creo que podrás ver.

-Mmmm echaré un vistazo a ver si es cierto lo que me estás diciendo.

En ese momento me asomo debajo de mi cama y me doy dando cuenta que no veo absolutamente nada.

-No veo nada Kamulo.

-¡Hay florentina! –Exclamó

Y en una de esas observo a Kamulo saca de su bolsillo un polvo blanco brillante y muy finito.

Y después de observar ese polvo me lo avienta a la cara y le digo:

¡Oye! ¿Por qué lo hiciste?

-Para que ahora sí te dieras cuenta de la puerta que hay debajo de tu cama.

Continuará…

  -Karen Carolina Luna Montaño

El portal (parte l)

Era un día grisoso y lluvioso.

Resonaban las gotas de lluvia en el techo así como en el suelo.

Gota por gota.

Pasaban los segundos y yo sin hacer nada.

Encerrada en mi cuarto, acostada en la cama y solamente  estaba cruzada de brazos. Estaba en un momento de ocio.

Mis ojos empezaban a caer, pero no quería dormir.

Hasta que me ganó el sueño y mis ojos se cerraron por completo.

Estaba empezando a soñar y por un instante algo me despertó.

Levanté mi cabeza de la almohada y observé mi cuarto y no miré nada.

Y me dije: -Rayos ¿Qué fue lo que me despertó? ¿Qué cosa habrá en mi cuarto? En fin,  no hay nada y solamente son alucinaciones mías.

Me volví a recostar y de nuevo escuché ruidos.

-¡Caramba! Si hace unos instantes no miré nada, ¿por qué de nuevo se escucha cosas raras?

Me paré y estaba merodeando por mi cuarto y en una equina veo algo pequeño. Algo pero muy, pero muy pequeño. Me intrigó. Me le fui acercado poco a poco y observo que es una figura de una persona pero en pequeño.

Reacciono y digo:-¡Dios, esto no me puede estar sucediendo!  ¿Un duende?

¿Quéeeeee? Eso no es un duende, pues si los duendes no existen. Transcurrieron unos segundos y ya más calmada acepté que lo que estaba ahí era un pequeñito duende.

- Qué curioso, un duende en mi cuarto. ¡Qué cosa tan más irónica! susurré.

Lo quise tomar de la mano, pero el pequeñin de vestimenta café con verde y de zapatitos picudos color negro se hiso hacia atrás y teniendo la cara de miedo.

No tenía la menor idea si hablaba o no pero le dije:

-No me tengas miedo, que no te voy a hacer nada malo. Aparte soy una indefensa que no mata ni una mosquilla ¡Ah y no me veas con esos ojitos de espanto que no estoy tan horrible!Haber ¿cómo es que llegaste aquí? Y ¿Por dónde te metiste? Amm por cierto… ¿Sabes hablar?

El duendecito se me quedó viendo como si fuera una loca y psicópata y después de transcurrir unos segundos, el duendecito se echó a reír.

Continuará....

-Karen Carolina Luna Montaño

Me quedé con la sensación

En un día, en un lugar, y ese lugar era un bello malecón. 

Los dos mirando las estrellas moverse y ver el cometa volar.

Sentí una extraña sensación

de quererte besar,

pero llegó un momento que me abstuve y me tuve que contener.

Lo deseaba con todas las fuerzas del mundo

pero algo me lo impidió

ya no era mi consciente.

Era algo más que ya no pude predecir

fue algo irónico pero difícil de responder.

El tiempo transcurría,

y la noche cada vez se iba haciendo más obscura.

Yo impaciente estaba de quererte besar,

pero no pasó nada.

Llegó el momento de finalizar la noche y cada quién tomó sus caminos.

Abrí la puerta y entré a mi cuarto, me acosté

y me pregunté -¿Por qué no lo hice? Lo hubiera hecho sin importar lo que me impedía.

Pero así no fue y solamente me quedé con la sensación de poder besarte.

Imaginación de una danza de lluvia

Empezar a danzar entre la lluvia, 

dar vueltas con las manos abiertas, 

que mis pies empiecen a dar sonido al ritmo de las gotas caer.

Dar una gran sonrisa al cielo y gritarle a los 4 vientos lo cuanto te amo.

Los latidos de mi corazón son tan fuertes como nadie lo puede imaginar,

está tan lleno de emoción porque existes tú.

No importa si no estás conmigo, 

lo que importa es el amor incondicional que tengo hacia a ti.

Estas palabras son de alegría y de amor, y saco a fluir a mi corazón 

que está lleno de ilusión.

En un instante abro los ojos y vuelvo a la realidad, 

la imaginación perdura en mí, esto que siento se plasma, 

para poder recordar lo que sentí en

"una imaginación de una danza de lluvia".

-Karen Carolina Luna Montaño

Si tan solo...

Estoy acostada en mi cama, mirando hacia el techo y pensando:

¿Por qué fue solo así? ¿Existirá algo más que una amistad? ¿Le intereso de verdad?

¿Sintió algo por darme un beso? Son muchas preguntas y las respuestas son nulas.

Dios ¿Por qué me enfoco tanto en esta enredadera? ¡No logro salir de esta!

 Me estoy perjudicando y yo tengo la culpa de todo. Por permitir que cayera ante sus 

pies.

Pero siempre hay un pero. El maldito pero. Pero lo permití porque me gusta, siento algo

fuerte por él, y cuando lo veo; se crea sensaciones en mi estómago que causa una revolución

dentro de ello. Y al chocar sus labios con los míos, mi corazón palpita muy rápido como si 

estuviera dando una taquicardia.

Trato de ocultar mis emociones, pero de alguna forma las saco a relucir.

Necesito que sólo una vez me dijera lo que siente verme, al besarme, etc., en cambio él se cohíbe y se reserva. Esto a mí no me ayuda de nada.

¡Si tan solo me dijera una palabra!

Pero ese si tan solo nunca llegará.

Ojalá y algún día él se abriera y me dijera lo que siente por mí.

   -Karen Luna

Una mirada..

Con tan solo una mirada basta, para que mi cuerpo 

empiece a tener sensaciones de electricidad que 

corre por todo mi cuerpo.

Esa mirada profunda que en ello me pierdo y 

enloquezco y con tan solo verte

me dan ganas de besarte y abrazarte

bajo la lluvia.

Esos dos senderos iluminan mi obscuridad,

fuente de los rayos del sol,

y fuente de los rayos eléctricos.

Con tan solo una mirada tuya me dice

más de mil palabras de amor,

porque esa forma de mirar no se 

iguala a nada y a nadie.

Te quiero por siempre y para siempre,

serás mi  amor, amante, amigo,

consejero, confidente, etc., todas estas

características en una sola.

Y por siempre tendré en mente y memoria

tu mirada onda y profunda,

fuente de ilusión.

                                            -Karen Carolina Luna Montaño